1 de marzo de 2022 | Diseño de casas
Las cooperativas de viviendas han cobrado un auge impresionante en los últimos años en algunas ciudades de España, como sería el caso de Madrid o Barcelona. En esencia, son entidades sin fines de lucro que están conformadas por un grupo de personas que comparten una necesidad básica: la de adquirir una vivienda que se ajuste a sus presupuestos y necesidades reales.
Estas sociedades son cada vez más interesantes, atractivas y beneficiosas para los españoles, sobre todo si no disponen de un gran capital para comprar la casa de sus sueños. Hoy te explicaremos más detalladamente qué son las cooperativas de viviendas, cómo funcionan y cuáles son sus principales ventajas y características.
Las cooperativas de viviendas son entidades sin ánimo de lucro formadas por varios individuos que desean tener acceso a una casa al mejor coste posible. Esto significa que tienen la posibilidad de adquirir una vivienda a un precio menor al estipulado por otro tipo de promoción habitacional.
¿Te preguntas cómo es esto posible? En realidad es una solución completamente viable, ya que la misma cooperativa es la que promociona las viviendas. Por lo tanto, se encarga de adjudicarlas a sus socios a precio de coste, lo cual elimina el beneficio del promotor del precio final de la casa.
En otras palabras, con las cooperativas de viviendas los socios se convierten en los propios promotores de la sociedad (y en los propios adjudicatarios de las viviendas). Además, pueden intervenir en algunas de las decisiones que pudiesen afectar a su futura casa, lo cual les resulta muy cómodo y conveniente.
Sin duda alguna, las cooperativas son sociedades profundamente participativas. Por ende, se caracterizan por funcionar de manera democrática y por enfocarse en las personas y no en el capital.
En concreto, las cooperativas de viviendas están reguladas por la ley de la Comunidad Autónoma en donde desarrollan su actividad.
Hay que resaltar que cada una de ellas posee sus propios estatutos, y con sujeción a la ley, establecen las normativas que regulan su:
De igual forma, hay que precisar que los órganos sociales de este tipo de sociedades se conocen como:
A continuación conocerás algunos conceptos claves relacionados con las cooperativas de viviendas:
Lo primero que hay que aclarar es que el presupuesto de gastos de una cooperativa debe coincidir con el presupuesto de ingresos. A su vez, los ingresos resultan de la sumatoria de los precios de todas las viviendas. En consecuencia, si se divide el precio de cada inmueble entre los ingresos totales, se obtiene el porcentaje de participación.
De modo que el coeficiente de participación en los gastos, representa el porcentaje que debe pagar cada cooperativista.
Muchas veces los cooperativistas no poseen todo el dinero necesario para comprar sus viviendas. En esos casos la cooperativa procede a contratar un crédito promotor con una entidad bancaria.
Este procedimiento genera una serie de gastos financieros consistentes con el pago de los intereses durante:
En caso de que se desglose el presupuesto de costes entre los gastos financieros, y el resto de los gastos, el pago de cada cooperativista estará supeditado a su porcentaje de participación.
Es común que el presupuesto inicial experimente algunas variaciones, especialmente en la partida que lleva por nombre “resto de gastos”. Esto sucede porque el precio de las viviendas en una cooperativa no suele ser cerrado. Por ejemplo, este puede incrementarse si el presupuesto de la sociedad también tiende al alza.
Supongamos que se genera una desviación de cien mil euros. Lo que sucederá a continuación es que cada cooperativista deberá abonar esa desviación de acuerdo a su porcentaje de participación. Y en última instancia el precio de su vivienda también sufrirá cambios. Es decir, que dicho precio se verá incrementado.
Existen cooperativas de viviendas que permiten que sus miembros soliciten ciertas mejoras en sus futuros hogares. Cuando esto sucede los gastos deberán ser abonados por cada cooperativista, en el marco de un concepto llamado “extras”.
En síntesis, los precios de las casas sufren alteraciones a raíz de los extras solicitados por los cooperativistas. Recuerda que todos estos conceptos permiten calcular el precio final de una vivienda, o el importe que deberá pagar cada cooperativista por su futura casa.
1. Las viviendas pueden promoverse a precio de coste mediante las cooperativas sin ánimo de lucro, puesto que estas no persiguen un beneficio mercantil.
2. Los cooperativistas tienen la posibilidad de diseñar planes de pago sumamente flexibles o accesibles (a menos que comprometan la viabilidad de la promoción).
3. Las cooperativas son muy democráticas. Es por ello que los socios pueden participar activamente en algunas decisiones y elecciones.
4. Los socios pueden adoptar mejoras en las calidades de sus viviendas (siempre y cuando esto sea aprobado por mayoría).
El funcionamiento de las cooperativas de viviendas es bastante sencillo, y ahora mismo te lo explicaremos de forma puntual. El punto de partida consiste en entender que los regímenes cooperativos de viviendas atienden a sistemas constructivos que persiguen un fin común: adquirir una vivienda.
De modo que las personas que comparten esta necesidad básica deciden agruparse, convirtiéndose en los propios promotores de los inmuebles. En palabras sencillas, tienen la posibilidad de prescindir de los servicios de las promotoras intermediarias. Esto les permite:
No obstante, tienen claro que los proyectos constructivos de dichas casas deberán encargarlos a un tercero. Adicionalmente, están de acuerdo con que la cooperativa se extinga tan pronto como el proyecto finalice y se le hayan adjudicado sus viviendas.
Si consideras que el funcionamiento de estas cooperativas es interesante, beneficioso u oportuno, lo más probable es que te maravilles aún más con sus ventajas:
1. Los socios tienen poder de decisión. Literalmente pueden elegir cómo quieren que sean sus viviendas.
2. Los cooperativistas pueden tomar decisiones más libres; en lugar de supeditarlas a planos diseñados antes de la compra.
3. Tienen la opción de personalizar las viviendas que comprarán. De esa forma pueden ajustar sus diseños a sus necesidades puntuales.
4. Al ser sus propios promotores logran ahorrar dinero. Por lo tanto, el precio final del inmueble puede ser hasta un 20% más bajo.
5. Las cooperativas gozan de respaldo y seguridad jurídica, puesto que están reguladas legalmente. Esto hace que los compradores se sientan más protegidos.
El auge de las cooperativas de viviendas en España durante los últimos años, sobre todo en ciudades como Madrid o Barcelona, es una realidad inminente. Según cifras oficiales, ya hay más de 1.600.000 viviendas construidas bajo la figura de la autopromoción (solamente en estas dos ciudades españolas).
Adicionalmente, cada vez hay más personas interesadas en comprar sus casas mediante este tipo de sociedades. Si eres de una de ellas y te gustaría obtener mayor información al respecto, te invitamos a contactar a CMYK Arquitectos.
Su equipo de profesionales te ofrecerá una asesoría personalizada de calidad y despejará tus dudas respecto a estas cooperativas. Finalmente, si te gustaría recibir más información sobre Arquitectura, Diseño o Construcción, no olvides seguir nuestra página de Facebook.
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