16 de noviembre de 2020 | Construcción de casas
Las casas pasivas se han convertido en una de las mayores apuestas constructivas de la era moderna, en especial porque respetan profundamente al medio ambiente.
Se construyen bajo un estándar alemán conocido como Passivhaus y sin duda alguna su proceso constructivo es uno de los más eficientes y ecofriendly que puedas imaginarte.
Esto se debe a que cualquier proyecto inherente a las casas pasivas respeta importantes condiciones climáticas y geográficas para preservar significativamente al entorno natural.
El origen de la casa pasiva se remonta a la década de los 90’s, gracias a los esfuerzos de un grupo de arquitectos suecos y alemanes que querían darle vida a construcciones más responsables a escala medio ambiental.
La construcción de casas pasivas demanda un alto grado de precisión, conocimiento y experticia.
Pero la buena noticia es que muchos países europeos ya han experimentando grandes avances en la materia, lo cual es bastante esperanzador y positivo.
España es tan solo uno de ellos ya que cuenta con varias casas certificadas como Passivhaus.
Esta certificación solo se le puede otorgar a aquellas edificaciones que son sumamente eficientes a nivel energético y arquitectónico.
La Casa Hausbec en Cataluña, Casa Vana en la Comunidad Valenciana y la Residencia de Ancianos Camarzana de Tera en Castilla y León, son unas de las más destacadas actualmente.
En los últimos años se han producido avances significativos en torno a las casas pasivas en todo el territorio español. Al igual que en muchas otras localidades europeas, como sería el caso de Alemania.
Estamos hablando de una situación muy favorable para el sector de la arquitectura sostenible. Fundamentalmente porque en ella se engloban diseños sustentables muy ambiciosos y atractivos.
Acabamos de presentarte un abrebocas sobre este tipo de casas. Pero en este apartado te diremos a profundidad cómo se definen.
La Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP) considera que esta es una modalidad de construcción que respeta un conjunto de normas energéticas aplicables a cualquier construcción.
En esencia, las casas pasivas fomentan condiciones atmosféricas ideales en sus espacios internos. Y esto propicia un ahorro energético realmente impresionante.
El reconocido Instituto Passivhaus de Alemania asegura que el consumo energético puede reducirse entre un 70% y 90% en las casas que cuentan con la certificación de eficiencia energética. (En comparación con las viviendas tradicionales).
En palabras sencillas, las casas pasivas promueven activamente la eficiencia energética. De modo que esto tiene repercusiones positivas e inmediatas en el medio ambiente.
Ahora bien, ¿qué elemento las convierte en casas verdaderamente ecológicas y sustentables? Pues indudablemente tendríamos que decir que el aislamiento térmico.
Pero lo cierto es que existen múltiples factores que definen o caracterizan a las casas pasivas, tales como los que te compartiremos a continuación.
El aislamiento térmico es uno de los elementos protagonistas. Juega un rol vital en cualquier construcción pasiva ya que evita la pérdida de energía en invierno y en verano.
También es completamente necesario que las paredes exteriores estén aisladas por las razones siguientes:
Además, es ideal que la envolvente no tenga puentes térmicos, los cuales se conocen como zonas en donde las pérdidas de calor son más altas.
En consecuencia, es común que en dichas áreas se generen hongos como moho, o que se produzcan puntos de condensación con facilidad.
Las casas pasivas no suelen tener problemas de aislamiento, lo cual incrementa el nivel de comodidad y confort en todos sus habitantes.
Captar y utilizar la radiación del sol es fundamental para climatizar adecuadamente a estas viviendas.
Es crucial evitar un sobrecalentamiento en verano, o una fuga de calor en invierno. Y aquí es donde entra en juego la radiación solar.
Existen distintas formas de aprovecharla en todo su esplendor a la hora de diseñar o planificar proyectos constructivos bajo el estándar Passivhaus.
Sin embargo, los más populares y efectivos suelen ser aquellos relacionados con la orientación de las estancias y ventanas de la casa.
Es necesario que las estancias principales, como la cocina o el salón, se orienten hacia el sur. Es decir, en relación al sol para aprovechar su calor natural.
Mientras que las estancias que suelen utilizarse por las noches, como por ejemplo los dormitorios, deben estar orientados hacia el norte para que sean más frescos y amenos.
Este concepto se define como la capacidad que tienen los materiales para almacenar calor.
Ellos pueden liberar calor de forma controlada. Por ende, son muy eficientes a la hora de construir viviendas pasivas.
El hormigón, la tierra, las piedras naturales o el césped son solo algunos de los materiales que propician la inercia térmica.
Por eso no es de extrañar que sean tan utilizados en las construcciones pasivas, tanto en áreas interiores como exteriores.
Básicamente reducen el gasto energético que supone la instalación de un complejo sistema de climatización. Y esto a su vez se traduce en ahorro de recursos y dinero.
La energía renovable es aquella que se obtiene de fuentes naturales que no se agotan tras ser utilizadas por el hombre.
El sol, el viento, la geotermia y las corrientes de agua son fuentes de energía renovable. Y en la actualidad se incorporan a las construcciones de viviendas pasivas de manera magistral.
Se han diseñado ingeniosos mecanismos para calentar el agua, e inclusive el aire de la Passivhaus, de forma natural.
Esto se traduce en que no es obligatorio instalar calderas ni otros sistemas complementarios para, entre otras cosas, asegurar una buena climatización en el hogar.
En teoría, las construcciones sostenibles están especialmente pensadas para sacarle el máximo provecho a:
Sinceramente las características de las casas pasivas son bastante numerosas. Pero acá te compartimos las más resaltantes:
En tal sentido, las casas que respetan todos estos criterios ecológicos son excelentes candidatas para solicitar la certificación Passivhaus.
Hoy en día existen algunos estudios que manejan presupuestos constructivos de casas pasivas que se equiparan a los de las construcciones tradicionales.
A manera de referencia podemos decirte que una casa de 100 m2, que tiene al menos tres habitaciones, puede costar en promedio 150.000 euros.
El precio estimado de este tipo de construcciones ronda los 1.250 €/m2. Pero aun así las personas deciden dar el siguiente paso e invertir en ellas basándose en su respectiva amortización.
Pero dado que el consumo anual de agua y electricidad se reduce dramáticamente, la amortización de la inversión no suele superar los 6 años.
Sin embargo, cada proyecto tiene sus propios requerimientos y excentricidades. Por eso es comprensible que los precios sean tan fluctuantes.
Las casas pasivas tienen beneficios invaluables a nivel arquitectónico, ambiental y humano. Estos son algunos de los más llamativos:
La popularidad de estas viviendas ecológicas y bioclimáticas seguirá creciendo como la espuma en el futuro inmediato. Al menos eso es lo que han proyectado los grandes estudios del sector.
España se perfila como una de las ubicaciones europeas más interesadas en darle vida a este tipo de proyectos tan gentiles con el medio ambiente. Especialmente en áreas como Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña entre otras.
En definitiva, son profundamente eco-amigables, reducen el consumo de energía, propician el ahorro de recursos y dinero, y por si fuese poco, son 100% confortables.
En caso de que te interese saber más al respecto no dudes en contactar al equipo de CMYK Arquitectos. La primera asesoría es completamente gratuita.
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